miércoles, 21 de septiembre de 2011


Una mujer sentada en una plaza
Se corta los dedos de a uno
Pero le vuelven a crecer, como el pelo. No se preocupa, lo hace con la mirada de alguien que se está arreglando la uñas, con quita esmalte, alicate y nada más. Se fija y son las 3.
Llega el hermano y le da un beso en la mejilla, se sienta en el banco, se miran. Él le pregunta que le parece lo que pasó con las elecciones. Y ella le dice que está bien, que hay cosas que le parecen interesantes y justifica con lo del yoga su conciencia y su humanidad y su viaje interior pero él sabe que en realidad lo que le gusta a ella es viajar en coche, tener plata e ir a los restoranes caros con sus amigos yogacaretas y que no es capaz de mirar con sinceridad la realidad, porque no le conviene. Y se lo dice todo. Y ella le dice que el mundo es así y el se calienta y le corta la lengua y le vuelve a crecer. Pero primero la escupe.

miércoles, 14 de septiembre de 2011


Hay una foto.
Están los dos sentados en un sillón de cuero marrón.
Ella con un enterito celeste patas de elefante
Y la raya al costado, con una melena larga como la mía,
Con las piernas cruzadas
Mirando a alguien de reojo
Pero con la mano derecha tocándote la pierna.
Vos al lado, con el cigarrillo largo entre los dedos
Y el brazo extendido en el respaldo del sillón, todavía con el pelo sin canas.
Y con un traje oscuro a rayas que te quedaba pintado,
La pierna cruzada a lo macho.
Pitando.
Arriba de  sus cabezas
Un cuadro de esos bien viejos,
En los que se fotografiaban a los bebes
Con su imagen repetida tres veces
Sobre una pared empapelada a lo antiguo.
Tenían 23 y 26 años.

lunes, 12 de septiembre de 2011


Karina tiene un arma tatuada en el cuello que dice bam. Está hecha con tinta china.

En el cajón marrón de chapa que en realidad es parte de un fichero pero que guarda ropa 
Encuentro el pañuelo gris con puntos que usabas en algún momento.
En uno de sus extremos dice Nicole Andrè - Paris.
Es de esos que usaban los hombres bien dobladito sobre el  saco del traje o el elegante de invierno.
Hombres elegantes y canosos, de espalda derecha.
Que saben lo que escuchan y lo que dicen.
Y te veo esa tarde
Al lado de la parrilla mirando como se hacía el asado.
Había sol, y yo andaba en corpiño revolviendo el galpón y sacando cosas viejas
Vos tenías un palo de escoba en la mano con el que asustabas al perro y te sostenías porque las drogas eran muchas.
Fabio y Adrián tomaban vodka con limón,
Yo también.
Te dije:
-¿Y este?
-Es mío. Dijiste. Y le preguntaste a Fabio si lo quería. Y te dijo que no. Entonces le preguntaste a Adrián si lo quería. Y te dijo que no. Y dijiste bueno. Y quise pensar que te ponía triste. Y me miraste a mí y me dijiste:
-¿Y vos?
- Yo sí. Te dije. Y me lo puse por única vez.

Tanto escribir palabras recortadas

Que me canso de mis propios artificios

Y quiero escribir la palabra caca

Pero que diga así:


Cuándo vas a venir. Voy a hacer caca y después te hago un dibujo.


Es lindo no?


Somos humanos y nos gusta el vino
La misma mano que me toca podría ser la de ese colectivero 
Pero es la tuya
Y somos parte de una misma cosa.
El 65 en chacarita
Doce y media de la noche
A vos te duele la cabeza.
Pensás mucho.
Yo tengo un huevo bien por debajo del oído
Y no descanso.
Puedo decirte que no es nada.
Pero por ahí escuché
Que todos lo de nuestra generación van a morir de cáncer.
Pienso un rato y lo merecemos.
Morir de cáncer.
Lo que le damos al mundo.
Después me digo que las cosas brillan un rato
Y nada más.