viernes, 5 de octubre de 2012



Puedo visitar muertos ajenos.
Estamos en la hora en que se cae la ceniza sin darnos cuenta.

Un horizonte profundo un silencio profundo.

Los amorosos de siempre cuidando el malvón
y midiendo la temperatura de la tierra
para ver si es verdad
que acá
los naranjos son distintos.

Puedo hablar con los muertos.

Una vez hablamos y me contradecías ya ni me acuerdo cómo.

Ojala entre los muertos tengamos un buen día.

Mañana es sábado pero el trabajo del escritor es solitario y borracho
Y nos encanta
Acordate
Dibujar con el humo y festejar fiestas paganas
mientras el resto mira el sol y va a la misa.

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