Primero un año de trabajo en negro siempre por la
misma plata y la gente que te dice que el trabajador siempre gana y lo positivo
y lo negativo de los gremios y las leyes hechas para el trabajador que siempre,
si hace lo que corresponde le cobra al empleador lo que le corresponde, porque
legalmente tiene razón y los papeles lo dicen y el que no lo hace es porque no
le gustan las cosas legales, o porque se cansa antes de empezar y así siempre
se repite la misma historia. La historia que se repite con más o menos disimulo
y más o menos mentira pero que aparentemente es más fácil dejarla repetir que
hacerse cargo porque hay que tener mucha energía. Entonces voy al gremio y hablo con el abogado
que me dice lo que el petizo negrero me debe y le cuento lo que ganaba y le
digo de lo extremo de las condiciones miserables de trabajo en las que tiene a
todo el mundo y hablamos de la explotación y del seguro de trabajo y de los
ratones y de cómo manipulan a la gente para hacerles creer que tienen un
vinculo amistoso para que sigan siendo sus esclavos y con los sueldos que se
ahorran se van de viaje a una playa sin viento y ponen una nueva luz de neón en
la puerta del local y muebles y camioneta nueva y siguen llorado por lo difícil que es ser comerciante hoy y los
muchos gastos que les da el negocio y por eso no te aumentan los $3 más la
hora, porque a fin de mes para ellos es un montón de plata y como tenés que
pagar el alquiler y la comida y si tenés hijos ni que hablar, tragás saliva
porque pensás que no te queda otra o te enseñaron a creer que no te queda otra
y después de tantos años de la misma cantinela ya no te imaginás creyendo en
vos. Y estamos en todo de acuerdo, el gremialista y yo. Y le vamos a hacer las cosas legales que más
les molestan a los comerciantes y que siempre tienen que ver con cobrarles tu
sueldo entero, porque lo dice la ley y para algo está, claro, para que no se
hagan ricos con tus cargas sociales y tu sueldo y te muestren las zapatillas de
$1200 que se compraron. Y estamos de
acuerdo. Y mando las cartas y recibo las cartas y me pongo metódica y hago toda la tarea que tengo que hacer para que no
se me escape nada y el petizo tenga un esclavo menos y deje de ser tan impune
porque la esclavitud es ilegal hace
muchos años pero parece que los únicos que se pueden liberar son los esclavos
porque a los negreros les cabe negrear desde que el mundo es mundo. Y manos a
la obra. Y en eso me llama otro
gremialista y me da una fecha de audiencia para llevar a cabo lo legal pero ahí
va otra abogada que no conozco y que no entiende nada y después me deja
plantada. Entonces llamo a una abogada que parece que es muy buena y hago la
papeleta para que el gremio se corra porque al final el abogado no era abogado
sino chanta y la mentira tiene patas cortas y entre gremialistas se la pasan
midiéndose la pija y tirándose caca entre ellos porque también es una costumbre
humana y se prenden fuego. Y punto. Y a la mierda el gremio. Pero resulta que
la abogada que era buena y la conciliadora que era buena me dicen que es menos
plata porque no se le puede cobrar todo lo que me debe, porque un juicio tarda
muchos años y eso también es legal y por
más que el petizo glotón haya contestado las cartas y mandado a su abogado es
una instancia en la que puede negar todo por el tema de la confidencialidad que
también es legal y el INDEC marca una aumento de la inflación que es ilusorio y
a fin de cuentas no vas a cobrar un mango y con esas pocas ganas de laburar
menos que menos porque la justicia es lenta cuando el hambre pica pronto y el
alquiler se paga por mes y el chino te cobra en el acto y si le cobrás es un
milagro. Entonces, con toda la cosa legal, empiezan a tachar numeritos para que
al empleador no le duela tanto y sea benévolo y pague, porque en una de esas no
paga y hasta que vos, pichi de mierda, puedas hacer justicia si la haces, tu
plata no vale nada, por lo que te decía del INDEC. Así que arreglas una plata
que es menos de la mitad que la que te robó, que la que te debe, que la que le
sobra, que la que dice que hace trabajando,
y parece que acá también la ley abala el asunto, de la confidencialidad
del tipo en hacerse bien el pelotudo y pagarte dos mangos porque tenés que
firmar un papel estando de acuerdo con que aceptás de buena gana que el negrero
te pague menos de la mitad de su deuda porque tiene más poder y el poder viste
lo que hace. Y eso no es todo, la ley también respeta que el tipo te pague esas
monedas en CUATRO cuotas así no le duele tanto, y cada cuota que te paga es
menos de lo que gana negreando a los que eran tus compañeros en media jornada
de trabajo, y es legal, y tenés que firmar que lo aceptas porque sino de acá a
tres años también va a ser legal que cobres en cuotas y la plata va a valer
menos que ahora, mucho menos. Por lo de la inflación y el mal cálculo del
INDEC.
Firmo.
Voy en el subte
mirando gente:
Black berries,
ropita cara en cuerpos empresariales que
ganan 15 lucas por mes y tienen todo en blanco
Ropita cara y
chicas teñidas que trabajan de lunes a viernes 12 horas por la ropita cara y el
black berrie y las tetas y tipos que ni auto tienen pero viven en el cantri los fines de semana y
fantasean con tener esclavos para vomitarles la mierda que se tragan de los que
los esclavizan a ellos.
Firmo.
Transpiro frio.
Me mareo.
Una pena inmensa
y como un milagro la claridad
Como una nube
densa la claridad
Como la muerte y
el sin sentido la claridad.
Ropita cara y
chicas tetonas y de ojos tristes.
Y el subte lleno
Y la cantidad
inmensa de gente que entra y sale de la ciudad con el auto caro
Con las uñas
caras
Con la ropa cara
Con el cuerpo
esclavo de lunes a viernes
Con el documento
esclavo
Con el verás esclavo y la tarjeta esclava y la
cámara de seguridad esclava
Y la seguridad
esclava
Y el auto
esclavo
Y la comida
esclava
Y el cáncer
esclavo
Y la muerte
esclava
Y el miedo a que
los otros esclavos les saquen lo que esclavo ganó
Firmo
Me mareo en el
subte
Una pena inmensa
Una claridad
inmensa
Una esclavitud
inmensa
Una ganas de cachetearlos a todos que ni te cuento
Unas ganas de
abrazarlos a todos que ni te cuento.
Y llorar entre
todos nuestra propia miseria
Nuestra propia
esclavitud
Y llorar entre
todos la guerra de negros contra negros
De negros rubios
que esclavizan a rubios negros
Y de petizos
esclavos
Y de empresarios
esclavos
Y de rubias
tetonas esclavas
Y de pitucos
esclavos
Y de esclavos
que por tener el auto y la casa y la
ropa cara y el documento eslavo y los años esclavos para pagar las deudas
esclavas y el Black berri
Se creen libres.
-Monsanto
-Rokefeler
-Rothschild
Son pocos.