El lugar era una especie de carpa de circo. Una carpa grande
con tráilers, mesas de trabajo con herramientas, luz de tubo por todos
lados, un perro blanco mediano que iba y venía como por su casa. El hombre que
nos había llamado tenía menos de cuarenta años, anteojos, pelo corto a los
costados de la cabeza, en la parte superior se le había caído todo, estatura
media alta y cara de traumado degenerado. Nos hizo pasar a los tres al carpón,
Julián, Manu y yo. Ni bien entramos nos muestra un trailer más grande que el
resto y dice que en ese entramos todos parados y que tuvo que hacer una movida
extraña para poder meterlo en el carpón sin que nadie sospeche. Nos quedamos
los cuatro parados en ronda y nos dice que nos da $300 por coger con él. Julián
dice que sí sin preguntarme ni pedirle
más plata. No estoy de acuerdo pero respeto su decisión. Manu no dice nada.
Entramos todos al trailer y el tipo cierra las dos puertas de atrás. De repente estamos todos desnudos.
Yo en cuatro patas con Julián metiéndomela por atrás y gritando sin sentir
nada, mirando las cortinas de tul azul que cuelgan de las puertas cerradas del
trailer. Se que Manu está por ahí pero no lo veo. El tipo nos mira de
frente y dice que le parece hermoso
cuando un hombre sabe como hacer gozar a una mujer. La escena dura bastante
poco porque el tipo sale del trailer sin decir ni mu. Ahí nos despegamos y yo
les digo que seguramente se fue a masturbar al
baño, solo, porque yo no vi que haya intentado tocarnos a ninguno de los tres. Manu se ríe y dice que
a él lo apoyó un poco en la cola.
Nos vestimos y nos vamos sin la plata.
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