lunes, 15 de febrero de 2010



Suena. Suena y atiendo


- ¿Qué haces ma?
- Bien bonita vos como andas?
- Acá. Mirando tele.
- No sabes lo que le paso a una amiga mía!
- Que ma?
- La venezolana viste
- Si que
- Se vino y resulta que el tipo era un desastre...
- No que garrón, igual la mina cualquiera
- No seas mala, ella pensó que era distinto
- Igual, cualquiera. Pero ¿que onda?
- Un tipo feo, viejo, parece que no sirve como hombre ¿me entendés?
- Si ma te entiendo
- Pobre
- Si pobre.
- ...
- ...
- Che venís el finde?
- Voy a tratar linda.
- Dale avisáme así no hago plan.
- Bueno bonita te amo.
- Yo también ma.
- Besito.

Teté chateo dos arduas semanas con Gustavo. Teté es de Venezuela. Teté se entusiasmó con Gustavo. Gustavo es argentino y vive en un barrio del conurbano bonaerense. Por lo que dice parece un hombre digno. Por la foto apetecible.
Teté y Gustavo se enamoran. Teté no tiene un peso pero mucho amor para dar.
Gustavo saca un pasaje de ida y lo envía por correo expres a Venezuela. Teté lo recibe y toma un avión.

La señora que viene desde lejos por el aire se lleva una sorpresa. Al señor, no del disgusto sino por gusto, lo internan porque la presión se le va a las nubes. El doctor le recomienda tranquilidad y nada de emociones fuertes. La señora se deprime. Saca otro pasaje y vuelve a su país. La vecina de la panadería de la esquina charla en la puerta con la que se sienta a matear de seis a siete y comentan.

Treinta y cinco días después el señor de la casa de rejas verdes con entrada de garaje recibe un mail. Al otro día sale temprano y manda un giro por Western Union.
El señor (contra indicación médica) recibirá visitas el jueves próximo.

La mañana del dos de agosto Gustavo se despierta a las 7.30 hs. Después de haber dormido poco y mal.

...me tome los remedios de las nueve? Si, creo que si. La camisa azul está planchada y a ella le gusta... de camino para Ezeiza le compro unos claveles, la pastilla azul en el cajón que espero no me lleve al cajón, y si no me arreglo, es tan fogosa, el rulo dice que las venezolanas son todas bien gauchitas, tiene razón... la camisa azul bien planchadita... mañana al mediodía la perra de la esquina ya tiene de nuevo con que entretenerse... que hablen, que miren nomás las viejas secas... que alegría verte Teté! No. No. No sabes lo feliz que me hace tu presencia Teté! No. Si, el negocio bien, creciendo, gracias a dios bien. Bienvenida a casa Teté! Claro mujer! El tiempo que quieras! Que mas quiero yo que tenerte cerquita cerquita! Que el rulo no me la mire y me la saque, el rulo es un seco y Marisa se va a tener que dejar de joder y ya carajo! Que no soy un chico! Se buena cuñada que es la mujer que elegí Marisa por favor! Que si! Que es tu cuñada y no la sigas que se me jode la salú! Mañana juntitos tesoro mío, tesoro mío, que felices seremos los dos, bailando en mi casita de papel y que dulces los sueños serán...

El Renault 21 espera en el aeropuerto de Ezeiza y el reloj viene marcando $75. Manuel, el chofer, se fuma un jokey suave corto mientras escucha unos boleros y piensa que nostalgia. Teté se siente viva mientras arrastra la valija con rueditas que le prestó su hermana mas chica. Gustavo la ve venir entre la gente y el corazón le salta de alegría. Se abrasan, se besan, hablan de amor, se dicen cosas despacito y al oído. Se van.
El Renault 21 toma acceso oeste mientras los amantes se miran en el asiento trasero.

-No sabes lo feliz que me hace tu presencia Tete, este tiempo sin estar a tu lado se me hizo interminable.
-Gustavo tú...
- No digas nada, ya estoy mejor...
-Es que no quiero ser la causa de tus males
-¡No quiero volverte a escucha a decir eso mujer!
-¿Sabe tu hermana de mi regreso?
-Si, y está encantada
- No times por favor.
- Mi dulce campanita... Solo hace falta que te conozca y te va a adorar.
-Corazón... bésame los labios...
-Tesoro mío...
-....
-....

El regreso de la reina. Pastas y pizzas libres mas postre $22.90. (Bebida aparte, no se cobra cubierto). “El regreso de la reina”. Un poco mas hacia la esquina es la casa de Marisa. La panadería estilo criollo (desde 1940 atendida por sus dueños). El tilo de la puerta. La luz con sensor de movimiento. La reja verde. El Renault 21 que se aleja. La caída de la tarde bonaerense. El incesante canto de los grillos. El señor mayor con tanto tanto amor. La casi madura venezolana con tanta tanta sangre. Los artilugios del caballero. Los gritos de Tete. La pastilla azul que ni funciona, pero los gritos de Tete. La pila AA puesta en los polos correctos. El manejo del señor mayor con sus juguetes. La vibración de la perla al descubierto. Los gritos de tete, la sonrisa de Gustavo. El Criadores on the rocks que suena al compás del ventilador de piso. El tabaco armado por Tete, fumado por Gustavo. La higiene del enorme pene siliconado y a pilas. La plenitud de Tete. El negocio de Gustavo. El negocio bien, creciendo, gracias a dios bien.

De la estación de trenes de Moreno, pasando por la carnicería Los Primos y por las veredas soleadas galopan sobre las flojas baldosas las plataformas contentas de Teté. Pensamientos de pájaro recorren su cabeza rizada y morena. Un hombre amable. Un país amable y un negocio rentable. No te olvides de mandarme este paquete por correo cundo vayas para el centro que lo hicimos contra reembolso caramelo.
Teté va de la casa al correo, del correo a la casa a preparar la mercadería porque esta noche reciben gente de afuera. Gustavo está contento y compra un vino en los chinos a $35.9 para festejar los dos meses de Teté en Argentina.


Renovación de catalogo:

G- Código 2014. Torito. $85
T- Anoto corazón...
G- Código 2025. Plups anal con vibrador. $120.
T- Si.
G- Código 2230. Doble penetración 40x5 $230.
T- Pienso...
G- Que?
T- Podríamos compartir ese...
G- ¿Este? 40x5 es un poco mucho.
T- Digo que podríamos compartirlo, ya sabes.
G- ¿Los dos?
T- Si, me gustaría. A ti no?
G- Bueno, vamos a hacer lo siguiente si te parece. No le ponemos precio y lo dejamos descansar en el aparador, a ver que ideas se nos ocurren.
T- Me parece buena idea tesoro.
G- ¿Seguimos?
T- Si.
G- Código 2235. Prótesis peneana siliconada. $115.


Teté vivió dos meses en la casa de Gustavo. En la sociedad de fomento del barrio ya había casi dejado de ser noticia la ridícula relación de Gustavo con la venezolana. De a poco las cosa se acomodaban con Marisa y ya había pasado dos veces a matear a la tarde después de las compras.

El siete de octubre entre las cinco y las cinco y cuarto de la mañana, después de una noche de lujuria como tantas otras, Teté se despierta exaltada por un explosivo movimiento en la cama. Gustavo, haciendo rebotar su cabeza contra la almohada y apretando desmesuradamente su pecho se pone rojo y babea. Un grito sordo no sale jamás de su boca y se desmaya. O eso piensa Teté mientras llama a la ambulancia que vendrá con el sol a retirar el cadáver. Marisa escuchó las sirenas y así nomás se dio por enterada.


 Suena. Suena y atiendo.

- Hola mi linda.
- Hola ma.
- ¿Que haces?
- Me estaba por tomar unos mates. ¿vos? Que raro llamando tan temprano.
- Es que te tengo que contar algo...
- ¿Bueno?
- - Si! Bahh no sé. Que se yo. Loco loco, muy loco.
- ¡Largá Nelly!
- Viste mi amiga...
- Si... ¿cual?
- La venezolana.
- Si, la del tipo que al final era un desastre.
- Si esa. Resulta que ayer tipo doce me llama, porque el marido, bah el novio, murió de un paro pobre...
- No...
- Si, tremendo pobre piba, pero ese no es el asunto.
- No tiene nada de bueno lo que me estas contando, ma.
- Y no, pobre Gustavo, pero picarón, parece que se paso de pastilla. Me entendes?
- Si ma, te entiendo... De pasti...
- ¿Cómo de pasti?
- Pastillas ma... droga... ¿El viejo tomaba pasti?
- ¡No nena! ¡viagra!
- Ah viagra...
- Sí, viagra. Y ella ahora se tiene que ir de raje para Venezuela. Porque la casa era de él.
- Y si mas bien.
- Pero el asunto... y acá entra mamita... ¡me regalo el negocio que tenían!
- Nooo
- Siiii
- No te la puedo creer. ¿negocio de qué?
- Adiviná...
- Que se yo ma... decíme...
- No. Adiviná.
- ¡Una librería!
- No.
- Eh... ¡una casa de discos!
- No.
- No se mami. ¡decíme!
- ¡De sex shop!
- Me estas jodiendo.
- No. Te juro.
- ¡Genial!
- Si Carlita, es un montón de plata. Viste que siempre te digo “Nunca hay que arrepentirse de dar porque todo vuelve” Metafísica...
- Si, y la metafísica te llenó la casa de porongas.
- Y si... es la metafísica.
- Y dale con la metafísica
- Creer o reventar.
- Mañana voy para allá.
- Bueno hijita te espero... ¿Venís a almorzar?
- ¡Si!
- Te hago un pollito.
- Hasta mañana ma.
- Chau mi preciosa, te amo.
- Yo también.

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